Sherlock Holmes y El estudio en la Escarlata
Sherlock
Holmes: es un hombre de ideas raras, domina la anatomía y es un
químico de primera clase; es muy voluble y excéntrico en sus estudios; no es un
hombre que se deje llevar fácilmente a confidencias, aunque suele ser bastante
comunicativo cuando está de buen humor. Es un hombre de maneras apacibles y
costumbres regulares. Las observaciones que hace y aplica en su trabajo son
asombrosas. Holmes cree que el cerebro solo debe saber lo concreto, no
saturarlo de muchos temas porque entonces esto no procederá a tener una
especialidad y atención a uno solo, es mejor saber y tener datos útiles que
desplacen a los datos inútiles. Asegura que a un hombre entrenado en la
observación y en el análisis no cabe engañarle porque llega a conclusiones
infalibles. Es un aficionado tanto en la observación como en la deducción.
Dice que la ciencia de la
observación y el análisis, al igual que todas las artes, puede adquirirse
únicamente por medio del estudio prolongado y paciente. El investigador debe
comenzar por dominar problemas más elementales La facultad que tiene Holmes
para la observación es para él una segunda naturaleza.
Indica que es una equivocación
garrafal el sentar teorías antes de disponer de todos los elementos de juicio,
porque es así como éste se tuerce en un determinado sentido. Afirma que el
genio es la capacidad infinita de tomarse molestias para un trabajo
detectivesco; no hay nada como obtener los datos de primera mano, ni cómo aplicar a la vida corriente algunas
de las normas de observación y de deducción. Las ideas deben ser tan amplias
como la naturaleza si se aspira a interpretarla. Holmes convierte al
detectivismo en una cosa tan próxima a la ciencia exacta, que es difícil que
alguien más vaya más allá de esto.
Sherlock indica que es un
error confundir lo extraordinario con lo misterioso. El más vulgar de los
crímenes es, con frecuencia, el más misterioso, porque no ofrece rasgos
especiales de lo que puedan hacerse deducciones. El gran factor cuando se trata
de resolver un problema como en el caso “estudio en escarlata”, es la capacidad
para razonar hacia atrás. Esta es una cualidad muy útil y muy fácil, pero la
gente no se ejercita mucho en ella. En las tareas corrientes de la vida
cotidiana resulta de mayor utilidad el razonar hacia adelante, y por eso se le
desatiende. Por cada persona que sabe analizar, hay cincuenta que sabe razonar
por síntesis.
A manera de complemento con
respecto a la investigación sistémica, el método sistémico vendría a ser un
orden manifestado por reglas, que nos permitiría llegar a tener una comprensión
sistémica de una situación dada. Quien intente utilizar el método sistémico
deberá:
Conocer los rasgos
fundamentales del sistema (o subsistema) bajo estudio: componentes, medio, y
estructura, utilizando a tal fin los conceptos y arquetipos básicos brindados
por el pensamiento sistémico. En los casos que sean necesarios se contemplará
la posibilidad de profundizar el conocimiento de la estructura por medios
matemáticos que aporten las disciplinas vinculadas a la Teoría General de Sistemas.
Como
conclusión, la estrategia de investigación empleada por Sherlock Holmes se
centró en los siguientes criterios, siguiendo los principios sistémicos de:
Contextualización:
en tanto el objeto es un sistema abierto, como por definición son la mayoría de
los sistemas sociales, es necesario examinar su entorno (unwelt) representado
por las estructuras sociales, el ambiente físico y las circunstancias
históricas que lo enmarcan
Implicaciones:
importancia del papel del componente en el sistema. Lo cual supone dos cosas:
identificar los componentes que forman el sistema y evaluar lo imprescindible o
no del elemento para la existencia del sistema
Dependencias:
modos de relacionarse los componentes y grado de influencia de unos en otros
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